miércoles, 31 de agosto de 2005

¿La infidelidad está en los genes?

Ya identificaron 30 de estas unidades de ADN que influyen en comportamientos sociales

Los hombres no somos responsables de esta maldición de la naturaleza

NUEVA YORK.- Los biólogos están descubriendo que ciertos genes rigen aquellos comportamientos que vinculan a los animales con sus congéneres o con otras especies. Además, los llamados genes del comportamiento social permiten conocer más en profundidad las estructuras cerebrales que permiten realizar tareas complejas.

Treinta de estos genes han salido a la luz, la mayoría en estudios con animales de laboratorio, como los gusanos, las moscas y los ratones silvestres. Aunque los investigadores son reticentes a trasladar los resultados obtenidos en animales a los seres humanos, se espera que comprender las bases genéticas del comportamiento social animal arroje algo de luz sobre el humano.

El mes pasado, investigadores informaron sobre el rol de ciertos genes en el comportamiento sexual de los roedores silvestres y la mosca de la fruta. Se sabía desde hacía tiempo que un solo gen promovía la fidelidad, como también un buen comportamiento paternal en el roedor de la pradera macho. Ahora, los investigadores descubrieron cómo este gen es modulado naturalmente en una población de roedores, produciendo un espectro de comportamientos que van de la monogamia a la poligamia, cada uno de los cuales puede ser ventajoso en diferentes circunstancias ecológicas.

El segundo gen, estudiado ampliamente por biólogos en moscas de la fruta, había sido asociado al complejo comportamiento de cortejo del macho. La nueva investigación estableció que una cierta forma de presentación del gen -que funciona de modo distinto en machos y hembras- es todo lo que se necesita para inducir el complejo comportamiento del macho.

Los genes del comportamiento social se presentan como un particular rompecabezas, en tanto involucran circuitos neurales que responden a elementos del medio ambiente. Catherine Dulac, de Harvard, descubrió que el ratón macho depende de las feromonas -hormonas que son transportadas por el aire- para decidir cómo comportarse ante otro ratón. Para detectarlas se vale del órgano vomeronasal, que se encuentra en su nariz.

La regla que rige el comportamiento de los ratones macho ante los extraños es simple: si es macho, atacar; si es hembra, aparearse. Pero los ratones macho a los que se les han bloqueado las células vomeronasales tratan de aparearse con los ratones macho invasores en lugar de atacarlos.

Comportamiento alterado -

El gen comportamental más sorprendente de los descubiertos hasta la fecha pertenece a la mosca de la fruta Drosophila. Es llamado fruitless (infértil) porque cuando se encuentra alterado en los machos éstos pierden su interés por las hembras y forman grupos de apareamiento con otros machos. El comportamiento de cortejo usual de los machos es muy llamativo en una mosca tan pequeña. Se acerca a la hembra, la aferra con sus patas delanteras, le canta una canción haciendo vibrar sus alas y curva su abdomen para aparearse. Si el cortejo la impresiona, ella acepta y se vuelve dócil; si no acepta, enfrenta al macho con sus alas.

Todos estos comportamientos, descubrieron hace años los científicos, son controlados por el gen fruitless, que es "encendido" por un circuito neuronal particular. Las diferentes proteínas que serán producidas por el gen son controladas por un promotor -una región del ADN que se encuentra junto al gen-. Recientemente, los investigadores han descubierto cuatro de esos promotores.

Tres actúan de la misma forma en machos y en hembras, pero el cuarto produce distintas proteínas según el sexo. Esta diferencia, parece, es la clave del comportamiento de cortejo del macho. El mes pasado, Barry Dickson, de la Academia Austríaca de Ciencias, aportó una elegante prueba de esta hipótesis, al modificar genéticamente a las moscas macho para que produjeran las proteínas características de las hembras.

Las moscas macho no realizaron cortejo alguno, pero moscas hembra que producían la proteína característica del macho agresivamente persiguieron a otras hembras, realizando todos los pasos del cortejo, con excepción del último: el apareamiento.

Pero ¿cómo gobierna esa proteína ese comportamiento complejo? El doctor Dickson y sus colegas hallaron que la proteína se produce en 21 cúmulos neuronales en el cerebro de la mosca. Las neuronas, que probablemente estén conectadas en un circuito, quizá dirijan cada paso del cortejo según una secuencia. Y las moscas hembra poseen el mismo circuito neuronal.

En seres humanos

La pregunta pendiente es si estas bases genéticas que moldean el comportamiento animal también están presentes en los seres humanos. Larry Young, de la Universidad de Emory, que estudia el comportamiento de los roedores, afirma que, en los humanos, conductas como el amamantamiento, el comportamiento maternal o el deseo sexual es probable que sean moldeadas por los genes, pero, también, que el deseo sexual sea modulado por la experiencia.

"Los genes nos proveen las bases para nuestros impulsos generales, y las variaciones en esos genes explicarían los diferentes tipos de personalidad de los seres humanos, pero en definitiva nuestro comportamiento está mucho más influido por factores del medio ambiente", explicó.

Los investigadores pueden explorar rigurosamente cómo los genes comportamentales operan en los animales al someterlos a tests que sería imposible realizar en humanos. "El problema con los seres humanos es que es extremadamente difícil probar cualquier cosa -dijo Dulac-. Los seres humanos simplemente no son un buen modelo experimental."

Por Nicholas Wade
De The New York Times

Link corto: http://www.lanacion.com.ar/722831

domingo, 28 de agosto de 2005

Reglas de Bill Gates


Me parece interesantes estas reglas que se le atribuyen a Bill Gates, aparentemente duras pero reales.



En Yale University, hace dos años Bill Gates dio una conferencia dirigida a estudiantes y padres de familia (padres sobre protectores con unos hijos muy consentidos que sienten que todo lo merecen), en la cual expuso 11 reglas que aunque duras son necesarias en la vida real.

La charla de Gates se resumiría en las siguientes once duras reglas:

Regla Uno- La vida no es justa, acostúmbrate a ello.

Regla Dos- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.

Regla Tres- No ganarás US $5.000 mensuales justo después de haber salido de la universidad y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros.

Regla Cuatro- Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.

Regla Cinco- Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.

Regla Seis- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.

Regla Siete- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación.

Regla Ocho- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.

Regla Nueve- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.

Regla Diez- La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.

Regla Once- Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.
Si bien es cierto son reglas duras, vale la pena compartirlas, porque son sacadas de la vida real y de la experiencia de uno de los hombres más exitosos de la historia empresarial del mundo

Espero sus comentarios