domingo, 27 de noviembre de 2005

Management en terreno o no se crea gerente, sea ejecutivo de acción


Parábola

El Granjero con la Piedra de la Fortuna en su Bolsillo
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Un granjero, que había perdido mucho dinero después de un año muy malo, recurre nuevamente al banco para solicitar otro préstamo que le permita sostener su granja funcionando durante otro año.

Con renuencia, el banquero otorga un nuevo crédito al granjero, pero le aclara que: —"No podemos permitirnos el lujo de perder el dinero en su granja; o nos demuestra ganancias al finalizar este año, o nosotros ejecutaremos la hipoteca sobre su granja para recobrar nuestro dinero".

Al salir del banco con un nuevo préstamo, el granjero se cruzó con un duende que le pregunta al granjero si necesita ayuda. El granjero le explica que él necesitará "mucha suerte disponible" durante todo el próximo año. Entonces, el duende ofreció venderle una "piedra de la fortuna" que el granjero sólo deberá pagar si la granja ofreciera una ganancia al finalizar el año, luego de devolver el préstamo.

El granjero, comprendió que no tenía nada para perder con esa oferta, así que aceptó las condiciones. Una vez que celebraron el trato con un fuerte apretón de manos, el duende le entregó al granjero la "piedra de la fortuna". Seguidamente le advirtió que la "piedra de la fortuna" sólo sería eficaz si el granjero caminaba todos lo días por todo el terreno de su granja con la piedra en su bolsillo.

Al día siguiente, el granjero caminó todo el perímetro de su finca y notó que diez cabezas de su ganado habían salido del campo a través de un tramo roto del cerco. Procedió inmediatamente a acorralar nuevamente a su ganado y reparó el cerco.

La mañana siguiente, mientras que recorría su finca con la "piedra de la fortuna" en su bolsillo, encontró un agujero de la guarida de un zorro que diezmaba sus polluelos y dispuso estratégicamente algunas trampas. El zorro cayó atrapado esa tarde.

En el tercer día encontró una gran avería en el cobertizo del galpón, lo que exponía a la inclemencia de la intemperie a sus valiosas herramientas.

En el próximo día descubrió y retiró varias piedras que dificultaban el flujo de agua sobre los canales de riego.

Día tras día, el granjero continuó con la rutina de pasear por su propiedad con la "piedra de la fortuna" en su bolsillo tal como le había advertido el duende y, día tras día, fue corrigiendo todo aquello que necesitó ser corregido.

Al final de ese año, el granjero regresó al banco a devolver el préstamo. El banquero, feliz por la prosperidad del granjero y el préstamo recobrado en tiempo y forma, le preguntó al granjero cómo lo había logrado. "Yo no hice nada —respondió el granjero— simplemente, compré una piedra mágica y tuve el mejor año de mi vida".

Al salir del banco, el granjero fue en busca del duende para pagarle la "piedra de la fortuna", más una cantidad de dinero adicional en señal de agradecimiento. Además, el granjero le explicó al duende que llevaría la piedra con él, dentro de su bolsillo, todos los días hasta el final de su vida.

El duende confesó que la piedra no fue el motivo de la "buena suerte" que acompañó al granjero durante ese año. "Simplemente —le dijo al granjero— ocurrió que usted ha estado haciendo las cosas que ha debido hacer desde que tiene una granja: inspeccionar cuidadosamente y regularmente todos sus espacios de trabajo".


Nota de BCHP: Administre en terreno, dando vueltas y preguntando a la gente, sabra lo que pasa, vea lo que hace su gente y se dará cuenta que muchas veces haces cosas de mas y a veces mal.

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